eth, un niño de 10 años, le pedía a su mamá cada vez más dinero para
el almuerzo. Sin embargo, parecía estar más flaco que nunca y volvía del
colegio con hambre. Resultó que Seth le estaba entregando el dinero del
almuerzo a un niño de quinto grado que lo amenazaba con golpearlo si no
se lo daba.
Kayla, de 13 años, pensaba que todo estaba bien en su nueva escuela,
ya que todas las chicas más populares eran muy agradables con ella. Pero
luego descubrió que una de estas chicas había echado a correr rumores
sobre ella en un sitio web. Esa noche, Kayla lloró hasta quedarse
dormida; además, comenzó a ir a la enfermería quejándose de dolores de
estómago, para evitar encontrarse con estas chicas en la sala de
estudio.
Por desgracia, el tipo de comportamiento agresivo (que se conoce como
bullying en inglés) que Seth y Kayla sufrieron es una práctica muy
difundida. En las encuestas nacionales, la mayoría de los niños y los
adolescentes afirman que esta práctica tiene lugar en su escuela.
Los enfrentamientos en la escuela pueden convertir algo tan simple
como el recreo o el camino hacia la parada del autobús en una pesadilla
para los niños. Los comportamientos agresivos hacia un niño pueden
dejarle cicatrices emocionales profundas que duran toda la vida. Y en
casos extremos, pueden culminar en amenazas violentas, daño a la
propiedad o en heridas graves en una persona.
Si su hijo es víctima de estos ataques, existen formas de ayudarlo a
enfrentar esta situación día a día y a disminuir el impacto duradero que
tengan sobre su vida. Y aun cuando esta situación no sea un problema en
su casa en este momento, es importante conversar sobre el tema con sus
hijos, para que estén preparados en caso de que les toque enfrentarla.
¿En que consisten los comportamientos agresivos (bullying)?
La mayoría de los niños han sido fastidiados por un hermano o por un
amigo en cierto momento. Esto no suele resultar dañino si se hace con un
espíritu de juego, amigable y de común acuerdo, y ambos niños lo
encuentran divertido. Pero cuando el hecho de fastidiar a alguien se
convierte en algo hiriente, cruel y constante pasa al terreno del
comportamiento agresivo (bullying) y debe dejar de ocurrir.
El comportamiento agresivo (bullying) consiste en atormentar a
alguien física, verbal o psicológicamente de manera intencional. Puede
abarcar desde golpes, empujones, insultos, amenazas y burlas hasta la
extorsión para quedarse con el dinero o los bienes más preciados de
alguien. Algunos niños rechazan a otros y echan a correr rumores sobre
ellos. Otros recurren al correo electrónico, las salas de chateo, los
mensajes instantáneos, los sitios web de redes sociales y los mensajes
de texto, para burlarse de alguien o herir sus sentimientos.
Es fundamental darles a estos comportamientos agresivos (bullying) la
importancia que tienen y no hacer caso omiso de ellos pensando que se
trata de una situación que los niños deben enfrentar. Las consecuencias
de esta práctica pueden ser graves y afectar la autovaloración de los
niños y sus futuras relaciones. En los casos más graves, esta práctica
ha contribuido a generar situaciones trágicas, como los tiroteos en las
escuelas.
Daniela Leiva Seisdedos www.elarcondeclio.com.ar